Albert Einstein: «Un ser humano es una parte de un todo, llamado por nosotros universo, una parte limitada en el tiempo y el espacio. Se experimenta a sí mismo, sus pensamientos y sentimientos como algo separado del resto-una especie de ilusión óptica de su conciencia. Esta ilusión es una especie de prisión, que nos restringe a nuestros deseos personales y al afecto por unas pocas personas cercanas a nosotros. Nuestra tarea debe ser liberarnos de esta cárcel…»
«Vida y Realidad Virtual» nos lleva a un mundo más allá de nuestra realidad, a un punto en el tiempo y en el espacio, donde la tecnología que nosotros mismos hemos creado está siempre delante de nosotros. De esta manera, nuevos conceptos, y una nueva forma de vivir aparecen.
Estamos llegando a una época en donde tú estás físicamente en un lugar y tu mente está en cualquier otro sitio, podrás hacerlo a través de una red neuronal virtual, en tus sueños podrías estar con otra persona y sentirla vívidamente, mejor aún que en la realidad y muy importante la podrás dominar y hacer de ella un esclavo virtual. Y hacer de esto un secreto que no tendrás que compartir con nadie, de alguna manera comenzaras a tener una doble vida, con roles diferentes en cada una, y en donde tu podría gustar más estar presente en la realidad virtual que has creado que vivir tu vida real. Podrás tener, por ejemplo, a tu disposición hermosas chicas hechas a la medida del gusto de lo que tu cerebro ha decidido crear.
Estamos ante un hecho, nuevo e innovador, al que la súper alta tecnología nos está llevando, al invadir hasta el último lugar recóndito y no explorado de nuestro cerebro.
Viene una nueva realidad, por ejemplo, donde te presentaras de una manera ante tu circulo más próximo, al que le serás físicamente fiel, pero al que dejaras de lado completamente en el mundo virtual que has creado: ¿será permitido por la esposa que su esposo piense en otras mujeres virtuales que no existen en la realidad, más que en sus neuronas activadas a través de impulsos eléctricos? El sexo a través de redes neuronales podría ser mucho más satisfactorio y placentero del hecho con gente real. Las redes neuronales nos traerían a la persona que deseemos sometida a nuestro capricho, podría ser la chica que siempre quisimos y que nunca tuvimos, la inalcanzable actriz de cine, la voluptuosa reina de belleza que nunca se fijó en nosotros o más aún: la rival declarada de nuestra esposa, aquella a la que ésta odiaba, y que ahora está a nuestro alcance.
Nuestro cerebro se convertiría así en un paraíso capaz de crear un mundo virtual que cada uno de nosotros poblaría de diosas griegas del amor, la belleza y el deseo, que en número ilimitado estarán siempre allí cuando lo deseemos.
Una persona que engaña a una mujer con otra lo hace esporádicamente, pocas horas a la semana; con las redes neuronales virtuales podrías hacerlo tantas horas como horas no estés trabajando, cualquier momento que estés durmiendo, cualquier instante libre que tengas. ¡Podría darse incluso la paradoja que un hombre mayor, cuya esposa hubiese envejecido a su lado, engañara a su mujer con ella misma cuando esta era una chica joven y bella!
¿Podría llegar el caso de que las redes neuronales lleguen a interactuar entre sí, la del hombre con la mujer, y que en la realidad virtual que estos hubiesen creado estén practicando un sexo tan bueno o aún mucho mejor que cuando recién se conocieron?
Preguntas complejas para una realidad que avanza tecnológicamente más rápida que nuestra evolución social. Tecnología que nos lleva a un punto en que la ética y el pragmatismo se nos presentan como una realidad que tendremos que enfrentar en un mundo nuevo que vivirá en dimensiones paralelas, alguna de las cuales recién estamos explorando. Va llegando el momento en que no tendremos una vida sino varias, donde cada instante será aprovechado, cada momento consciente o inconsciente, sabremos diferenciarlos o llevará a una locura que se saldrá de nuestro contr
«Vida y Realidad Virtual» nos lleva a un mundo más allá de nuestra realidad, a un punto en el tiempo y en el espacio, donde la tecnología que nosotros mismos hemos creado está siempre delante de nosotros. De esta manera, nuevos conceptos, y una nueva forma de vivir aparecen.
Estamos llegando a una época en donde tú estás físicamente en un lugar y tu mente está en cualquier otro sitio, podrás hacerlo a través de una red neuronal virtual, en tus sueños podrías estar con otra persona y sentirla vívidamente, mejor aún que en la realidad y muy importante la podrás dominar y hacer de ella un esclavo virtual. Y hacer de esto un secreto que no tendrás que compartir con nadie, de alguna manera comenzaras a tener una doble vida, con roles diferentes en cada una, y en donde tu podría gustar más estar presente en la realidad virtual que has creado que vivir tu vida real. Podrás tener, por ejemplo, a tu disposición hermosas chicas hechas a la medida del gusto de lo que tu cerebro ha decidido crear.
Estamos ante un hecho, nuevo e innovador, al que la súper alta tecnología nos está llevando, al invadir hasta el último lugar recóndito y no explorado de nuestro cerebro.
Viene una nueva realidad, por ejemplo, donde te presentaras de una manera ante tu circulo más próximo, al que le serás físicamente fiel, pero al que dejaras de lado completamente en el mundo virtual que has creado: ¿será permitido por la esposa que su esposo piense en otras mujeres virtuales que no existen en la realidad, más que en sus neuronas activadas a través de impulsos eléctricos? El sexo a través de redes neuronales podría ser mucho más satisfactorio y placentero del hecho con gente real. Las redes neuronales nos traerían a la persona que deseemos sometida a nuestro capricho, podría ser la chica que siempre quisimos y que nunca tuvimos, la inalcanzable actriz de cine, la voluptuosa reina de belleza que nunca se fijó en nosotros o más aún: la rival declarada de nuestra esposa, aquella a la que ésta odiaba, y que ahora está a nuestro alcance.
Nuestro cerebro se convertiría así en un paraíso capaz de crear un mundo virtual que cada uno de nosotros poblaría de diosas griegas del amor, la belleza y el deseo, que en número ilimitado estarán siempre allí cuando lo deseemos.
Una persona que engaña a una mujer con otra lo hace esporádicamente, pocas horas a la semana; con las redes neuronales virtuales podrías hacerlo tantas horas como horas no estés trabajando, cualquier momento que estés durmiendo, cualquier instante libre que tengas. ¡Podría darse incluso la paradoja que un hombre mayor, cuya esposa hubiese envejecido a su lado, engañara a su mujer con ella misma cuando esta era una chica joven y bella!
¿Podría llegar el caso de que las redes neuronales lleguen a interactuar entre sí, la del hombre con la mujer, y que en la realidad virtual que estos hubiesen creado estén practicando un sexo tan bueno o aún mucho mejor que cuando recién se conocieron?
Preguntas complejas para una realidad que avanza tecnológicamente más rápida que nuestra evolución social. Tecnología que nos lleva a un punto en que la ética y el pragmatismo se nos presentan como una realidad que tendremos que enfrentar en un mundo nuevo que vivirá en dimensiones paralelas, alguna de las cuales recién estamos explorando. Va llegando el momento en que no tendremos una vida sino varias, donde cada instante será aprovechado, cada momento consciente o inconsciente, sabremos diferenciarlos o llevará a una locura que se saldrá de nuestro contr