Ciberespacio, realidad sintética y ambiente virtual son las contraseñas de los investigadores para describir los nuevos sistemas de comunicación hombre-máquina, entre ellos el Dataglove o guante de datos, el Datasuit y el visor de visualización estereoscópica.
En la medida en que “real” y “virtual” son términos antagónicos, sobre todo en el lenguaje científico (basta considerar la contraposición entre las imágenes reales y virtuales en óptica), parece un contrasentido que la tecnología de vanguardia nos hable de realidad virtual.
Aunque, bien mirado, se diría que la ciencia del último siglo, con la física a la cabeza, se ha dedicado con especial empeño a cuestionar las más antiguas y firmemente asentadas dicotomías: espacio y tiempo, materia y energía, movimiento y reposo, cuerpo y mente... Y ahora la ciencia y tecnología, con la informática a la cabeza, parecen dispuestas a cruzar - mejor dicho, abolir - la íntima frontera, la que separa lo real de lo irreal.
Con el teléfono y la radio, el oído supera la distancia y suple la voz real del hablante con una reproducción electrónica convincente. Con la televisión, el ojo hace lo mismo con una imagen. Si podemos - y podemos - ampliar la ilusión a los demás sentidos (sobre todo al tacto), la “telepresencia” será un hecho. E igual que hay sistemas acústicos de alta fidelidad tan perfectos que hacen posible distinguir una grabación de, por ejemplo, de una orquesta real es sólo cuestión de perfeccionamiento técnico al crear ilusiones multisensoriales prácticamente indistinguibles de un experiencia auténtica.
La tecnología de la realidad virtual nació en EE.UU. Las tecnologías que integran los diferentes tipos de sistemas desafían la creatividad de las mentes vibrantes y la investigación en realidad virtual está proporcionando muchas de estas oportunidades. Los investigadores de realidad virtual se ve motivados para avanzar en muchas áreas: tecnología de visualización interactiva, mecanismos de rastreo y sistemas multicomputadoras que explotan masivamente aproximaciones paralelas a la generación de imágenes.
Desafortunadamente, la realidad virtual no está siendo nutrida vigorosamente. Se han visto cómo resultados valiosos de la investigación y el desarrollo han sido concluidos en otros países, para ser convertidos en bienes que exportar al lugar de partida. Alrededor de todo el mundo, los medios no encuentran los grupos de investigación para construir sistemas. Después de buenos comienzos, las inversiones necesarias para continuar son difíciles de obtener, y se pierde el entusiasmo inicial.
En la medida en que “real” y “virtual” son términos antagónicos, sobre todo en el lenguaje científico (basta considerar la contraposición entre las imágenes reales y virtuales en óptica), parece un contrasentido que la tecnología de vanguardia nos hable de realidad virtual.
Aunque, bien mirado, se diría que la ciencia del último siglo, con la física a la cabeza, se ha dedicado con especial empeño a cuestionar las más antiguas y firmemente asentadas dicotomías: espacio y tiempo, materia y energía, movimiento y reposo, cuerpo y mente... Y ahora la ciencia y tecnología, con la informática a la cabeza, parecen dispuestas a cruzar - mejor dicho, abolir - la íntima frontera, la que separa lo real de lo irreal.
Con el teléfono y la radio, el oído supera la distancia y suple la voz real del hablante con una reproducción electrónica convincente. Con la televisión, el ojo hace lo mismo con una imagen. Si podemos - y podemos - ampliar la ilusión a los demás sentidos (sobre todo al tacto), la “telepresencia” será un hecho. E igual que hay sistemas acústicos de alta fidelidad tan perfectos que hacen posible distinguir una grabación de, por ejemplo, de una orquesta real es sólo cuestión de perfeccionamiento técnico al crear ilusiones multisensoriales prácticamente indistinguibles de un experiencia auténtica.
La tecnología de la realidad virtual nació en EE.UU. Las tecnologías que integran los diferentes tipos de sistemas desafían la creatividad de las mentes vibrantes y la investigación en realidad virtual está proporcionando muchas de estas oportunidades. Los investigadores de realidad virtual se ve motivados para avanzar en muchas áreas: tecnología de visualización interactiva, mecanismos de rastreo y sistemas multicomputadoras que explotan masivamente aproximaciones paralelas a la generación de imágenes.
Desafortunadamente, la realidad virtual no está siendo nutrida vigorosamente. Se han visto cómo resultados valiosos de la investigación y el desarrollo han sido concluidos en otros países, para ser convertidos en bienes que exportar al lugar de partida. Alrededor de todo el mundo, los medios no encuentran los grupos de investigación para construir sistemas. Después de buenos comienzos, las inversiones necesarias para continuar son difíciles de obtener, y se pierde el entusiasmo inicial.