Asier se apeó del tren en una solitaria estación. Poco o nada podía imaginarse acerca de lo que le esperaba en aquel pueblo que pisaba por primera vez.
El nuevo profesor de la escuela se dirigió al centro de una localidad muda, silenciosa, donde le esperaba una nueva vida, lejos de los suyos. En su camino al hostal donde habría de pasar la noche dejó atrás varias viviendas. En el interior de una de ellas Diego, un niño “diferente” a los demás, vivía el día a día como una estancia infinita en el infierno. Su madre, Gloria, luchaba por sacar adelante una familia que amenazaba con quedar rota.
Afortunadamente, las soledades y fantasmas de cada uno de ellos parecían condenados a encontrarse, a convivir y por qué no, tal vez a desaparecer.
El nuevo profesor de la escuela se dirigió al centro de una localidad muda, silenciosa, donde le esperaba una nueva vida, lejos de los suyos. En su camino al hostal donde habría de pasar la noche dejó atrás varias viviendas. En el interior de una de ellas Diego, un niño “diferente” a los demás, vivía el día a día como una estancia infinita en el infierno. Su madre, Gloria, luchaba por sacar adelante una familia que amenazaba con quedar rota.
Afortunadamente, las soledades y fantasmas de cada uno de ellos parecían condenados a encontrarse, a convivir y por qué no, tal vez a desaparecer.