Edna Lieberman, conoció y vivió uno de esos “amores mitológicos”, con un joven escritor, llamado Roberto Bolaño.
Casi treinta años después y luego de la muerte del escritor, estas páginas dan cuenta de los encuentros y desencuentros que forman la existencia de una pareja. Evocación del escritor chileno, esta narración es un diálogo con el ausente, una respuesta a esas “casualidades” que impulsan la búsqueda del otro, a muchos años de distancia, por medio de la literatura, que es otra forma del amor. Este libro es, también vía para asumir “la herida de su muerte”, que veo difícil de curar. Quizá nunca se cure, porque nunca nos despedimos. Porque nunca cerramos ese círculo de amor y pasión”.
Casi treinta años después y luego de la muerte del escritor, estas páginas dan cuenta de los encuentros y desencuentros que forman la existencia de una pareja. Evocación del escritor chileno, esta narración es un diálogo con el ausente, una respuesta a esas “casualidades” que impulsan la búsqueda del otro, a muchos años de distancia, por medio de la literatura, que es otra forma del amor. Este libro es, también vía para asumir “la herida de su muerte”, que veo difícil de curar. Quizá nunca se cure, porque nunca nos despedimos. Porque nunca cerramos ese círculo de amor y pasión”.