La guerra no es ni ha sido nunca propiedad exclusiva de una raza, de una nación o de una generación. Guerras ha habido siempre, en todo tiempo y lugar.
Por diferentes causas, con diferentes objetivos y cargadas de diferentes matices, todas las guerras han tenido consecuencias determinantes no solamente a nivel global y estructural, en lo político, económico, social y cultural. Sus consecuencias han sido también, tal con aún mayor impacto, determinantes y dramáticas a nivel del núcleo individual y familiar de las sociedades que se han visto involucradas, voluntaria o involuntariamente, en conflictos bélicos a través de la historia.
A partir de la historia de una familia común y corriente, golpeada, desmembrada y forzada a reencontrarse y a buscar nuevos rumbos y caminos en la vida por la vorágine de la Segunda Guerra Mundial, este libro pretende no solamente relatar la saga de esa familia, sino extraer de la misma un mensaje.
Un mensaje para aprender del pasado y así entender mejor el presente. El presente forjado por una generación que fue producto de esa guerra.
Pero también una advertencia para entender mejor los peligros que se pueden cernir sobre el futuro. El futuro que nos corresponde a nosotros y a nuevas generaciones construir sin olvidar las consecuencias que pueden traer la intolerancia, el abuso el absurdo convencimiento de que “mi verdad es la única verdad”.
La historia es cíclica y la historia de esta familia, con sus tristezas y alegrías, puede ser el ejemplo de lo que muchas otras familias podrían llegar a vivir, si el mensaje de la historia no es escuchado, con los oídos, los ojos y la mente muy abiertos y en estado de total atención.
Por diferentes causas, con diferentes objetivos y cargadas de diferentes matices, todas las guerras han tenido consecuencias determinantes no solamente a nivel global y estructural, en lo político, económico, social y cultural. Sus consecuencias han sido también, tal con aún mayor impacto, determinantes y dramáticas a nivel del núcleo individual y familiar de las sociedades que se han visto involucradas, voluntaria o involuntariamente, en conflictos bélicos a través de la historia.
A partir de la historia de una familia común y corriente, golpeada, desmembrada y forzada a reencontrarse y a buscar nuevos rumbos y caminos en la vida por la vorágine de la Segunda Guerra Mundial, este libro pretende no solamente relatar la saga de esa familia, sino extraer de la misma un mensaje.
Un mensaje para aprender del pasado y así entender mejor el presente. El presente forjado por una generación que fue producto de esa guerra.
Pero también una advertencia para entender mejor los peligros que se pueden cernir sobre el futuro. El futuro que nos corresponde a nosotros y a nuevas generaciones construir sin olvidar las consecuencias que pueden traer la intolerancia, el abuso el absurdo convencimiento de que “mi verdad es la única verdad”.
La historia es cíclica y la historia de esta familia, con sus tristezas y alegrías, puede ser el ejemplo de lo que muchas otras familias podrían llegar a vivir, si el mensaje de la historia no es escuchado, con los oídos, los ojos y la mente muy abiertos y en estado de total atención.