La Mágica Navidad de Pulgoso
¡El invierno ha llegado, la Navidad está aquí! ¡Todo está listo para la llegada de Santa y para cumplir muchos, muchos deseos! No es de extrañar que tantos estén esperando a Santa, de hecho, algunos están esperan con muchas ansias su llegada.
Por ejemplo, está Nina, esperando todo el día en la ventana para que llegue el viejo de la barba blanca.
“¡Mi sueño se hará realidad hoy! ¡Mi sueño se hará realidad hoy! ¡Si, finalmente!”
Su mama la llamó en vano.
“Nina, ven, el almuerzo está listo.”
“No puedo, estoy esperando a Santa.”
”Nina, ven, la cena está lista.”
”¡No puedo, Santa va a llegar pronto!
Y así pasó hasta tarde en la noche cuando finalmente se durmió tocando la ventana con su pequeña naricita.
! ¡Aunque sea increíble, había alguien, que no esperaba la Navidad en lo absoluto!
”¡Han esparcido sal sobre el pavimento de nuevo!” así se quejaba mientras caminaba junto a las vitrinas colmadas con luces navideñas, “pero por qué me quejo, a nadie le interesa un perro trastabillando en la sal…” con un gran suspiro que venía de lo más profundo de su corazón añadió, “Mejor dicho, un perro callejero… no importa, hay un remedio para cada problema” pensó “Visitaré a mi viejo amigo, el cocinero de la esquina” y así cruzó hacia la calle Perfecto Aroma.
¡El invierno ha llegado, la Navidad está aquí! ¡Todo está listo para la llegada de Santa y para cumplir muchos, muchos deseos! No es de extrañar que tantos estén esperando a Santa, de hecho, algunos están esperan con muchas ansias su llegada.
Por ejemplo, está Nina, esperando todo el día en la ventana para que llegue el viejo de la barba blanca.
“¡Mi sueño se hará realidad hoy! ¡Mi sueño se hará realidad hoy! ¡Si, finalmente!”
Su mama la llamó en vano.
“Nina, ven, el almuerzo está listo.”
“No puedo, estoy esperando a Santa.”
”Nina, ven, la cena está lista.”
”¡No puedo, Santa va a llegar pronto!
Y así pasó hasta tarde en la noche cuando finalmente se durmió tocando la ventana con su pequeña naricita.
! ¡Aunque sea increíble, había alguien, que no esperaba la Navidad en lo absoluto!
”¡Han esparcido sal sobre el pavimento de nuevo!” así se quejaba mientras caminaba junto a las vitrinas colmadas con luces navideñas, “pero por qué me quejo, a nadie le interesa un perro trastabillando en la sal…” con un gran suspiro que venía de lo más profundo de su corazón añadió, “Mejor dicho, un perro callejero… no importa, hay un remedio para cada problema” pensó “Visitaré a mi viejo amigo, el cocinero de la esquina” y así cruzó hacia la calle Perfecto Aroma.