“De lejos se veían tan chiquitos que parecían dos niños tomados de la mano, un poco desvalidos y tan asustados que me angustiaba dejarlos partir. Le mostraron al policía sus boletos, para después voltear y decirme adiós con una sonrisa incierta. A partir de ahí, y durante diez días, no supe nada de ellos, desaparecieron en la cuarta dimensión.”
Las voces de siete personajes se cruzan en la narración del viaje de una pareja de obreros que sueña con visitar un lugar lejano y exótico. Su falta de experiencia como viajeros los lleva a vivir graciosas peripecias.
A lo largo de la historia, el lector descubrirá dos seres singulares que, lejos de lamentarse por la falta de dinero, enfocan su interés en el lado positivo que ofrece toda situación. Aquilina y Eustaquio no pretenden darnos lecciones de vida: su ejemplo sonriente predica valores de amistad, generosidad y entusiasmo.
Las voces de siete personajes se cruzan en la narración del viaje de una pareja de obreros que sueña con visitar un lugar lejano y exótico. Su falta de experiencia como viajeros los lleva a vivir graciosas peripecias.
A lo largo de la historia, el lector descubrirá dos seres singulares que, lejos de lamentarse por la falta de dinero, enfocan su interés en el lado positivo que ofrece toda situación. Aquilina y Eustaquio no pretenden darnos lecciones de vida: su ejemplo sonriente predica valores de amistad, generosidad y entusiasmo.