Nadie diría que una secta religiosa bajo la sotana del Vaticano en dónde supuestamente se predica la humildad y el amor hacia el prójimo se pudiera dedicar a expoliar el estado español y el de numerosas empresarios desde la mayor impunidad y bajo el amparo y la protección del gobierno desde hace décadas, pero así es. El Opus Dei, esa gran secta religiosa que naciera hace más de 86 años y originada al comienzo de la dictadura franquista está considerada una secta criminal por algunos países de la Unión Europea y la Asamblea General de las Naciones Unidas, salvo en España, dónde además de ser su cuna también se ha convertido en su cofre del tesoro. ¿Y por qué no se ha hecho nada ante tal aberración? Simplemente porque el que lo ha intentado ante los tribunales de Justicia se ha topado con la creación de una organización de criminales que no dudan en utilizar cualquier recurso del Estado para desbaratarte y hundirte en la miseria. Yo soy fiel ejemplo de ello.
Por tal razón, tras varias investigaciones y testimonios de casos similares como el mío, me propongo a destapar la mayor secta criminal del mundo católico y explicar cómo funciona esta trama que incube a varios personajes relevantes de este país y que está siendo un verdadero cáncer de corrupción que hay que combatir cuanto antes, por el bien de la democracia.
Por tal razón, tras varias investigaciones y testimonios de casos similares como el mío, me propongo a destapar la mayor secta criminal del mundo católico y explicar cómo funciona esta trama que incube a varios personajes relevantes de este país y que está siendo un verdadero cáncer de corrupción que hay que combatir cuanto antes, por el bien de la democracia.