Comer es algo natural, necesario, vital… cocinar es totalmente antinatural.
Cocinar es la concreción material de todo aquello que rodea al ser humano guisado en un plato. Comemos aquello que tenemos a mano, lo que los nuestros nos han enseñado a comer, y también aquello que por diversas asociaciones nos lleva al placer, lo que nos gusta y lo que nos recuerda lo que nos gusta.
La idea de este texto como proyecto cultural de divulgación y reflexión se sostiene a partir de un tema del cual todos sabemos poco o mucho, ya que a todos debemos alimentarnos para mantenernos vivos, pero no sólo eso, sino que a partir de esta necesidad, tendemos a establecer relaciones, rituales, símbolos. La exposición de esta serie de ensayos que conforman el libro “ Meditaciones de cocina íntima” aspira a incitar la reflexión acerca de las distintas maneras de pensar la comida, la cocina, la gastronomía o la culinaria, para dedicar nuestra atención a indagar desde diversos ángulos la especial relación cultural que el ser humano entabla con sus alimentos y con los demás seres humanos al alimentarse.
En este estudio tratamos de explorar con libertad y gozo la relación que la cocina puede encontrar desde los campos antropológicos, estéticos, de creación artística y de construcción social del acervo cultural comestible de cada pueblo, especialmente el mexicano, a través de siete capítulos en donde comenzamos por pensar en la relación del ser humano con su alimento y su fascinación con la posibilidad de protegerlo del tiempo y del deterioro, para después reflexionar sobre el carácter comunitario de la comida y la construcción simbólica de las relaciones sociales que la rodean, también tratamos de discutir un poco sobre la función de co-creador que el comensal tiene en la construcción de este arte culinario total en cuanto a que interesa a todos los sentidos al mismo tiempo, siendo un disparador de todo tipo de experiencias, sensaciones, emociones y recuerdos. La semántica que puede construir el discurso culinario al encontrar la gramática comestible que se esconde entre las entrañas de aquello que guisamos, comemos y recordamos como parte fundamental de la sintaxis de la vida en común que se refleja en la mesa y en los lenguajes que la rodean es otro de los temas que hemos tratado, así como la mancuerna constante que la música ha tenido con los placeres de la mesa
Finalmente, en los últimos dos capítulos de este texto, tratamos de anclar en el tiempo y en el espacio la construcción histórica de lo que ha terminado por ser la gastronomía mexicana que nos identifica con sus deliciosas posibilidades, fruto de la sabia mezcla entre lo propio y lo apropiado, en perfecto sincretismo armónico… esta fusión descubierta hace mucho como fuente de la mayor riqueza humana.
Los capítulos que conforman este escrito son fruto de lecturas, conversaciones y experiencias diversas; pretenden abrir caminos de acceso distintos e imaginativos bajo la forma del ensayo, un género plástico y libre, que admite la opinión, la reinterpretación y la creatividad.
Cocinar es la concreción material de todo aquello que rodea al ser humano guisado en un plato. Comemos aquello que tenemos a mano, lo que los nuestros nos han enseñado a comer, y también aquello que por diversas asociaciones nos lleva al placer, lo que nos gusta y lo que nos recuerda lo que nos gusta.
La idea de este texto como proyecto cultural de divulgación y reflexión se sostiene a partir de un tema del cual todos sabemos poco o mucho, ya que a todos debemos alimentarnos para mantenernos vivos, pero no sólo eso, sino que a partir de esta necesidad, tendemos a establecer relaciones, rituales, símbolos. La exposición de esta serie de ensayos que conforman el libro “ Meditaciones de cocina íntima” aspira a incitar la reflexión acerca de las distintas maneras de pensar la comida, la cocina, la gastronomía o la culinaria, para dedicar nuestra atención a indagar desde diversos ángulos la especial relación cultural que el ser humano entabla con sus alimentos y con los demás seres humanos al alimentarse.
En este estudio tratamos de explorar con libertad y gozo la relación que la cocina puede encontrar desde los campos antropológicos, estéticos, de creación artística y de construcción social del acervo cultural comestible de cada pueblo, especialmente el mexicano, a través de siete capítulos en donde comenzamos por pensar en la relación del ser humano con su alimento y su fascinación con la posibilidad de protegerlo del tiempo y del deterioro, para después reflexionar sobre el carácter comunitario de la comida y la construcción simbólica de las relaciones sociales que la rodean, también tratamos de discutir un poco sobre la función de co-creador que el comensal tiene en la construcción de este arte culinario total en cuanto a que interesa a todos los sentidos al mismo tiempo, siendo un disparador de todo tipo de experiencias, sensaciones, emociones y recuerdos. La semántica que puede construir el discurso culinario al encontrar la gramática comestible que se esconde entre las entrañas de aquello que guisamos, comemos y recordamos como parte fundamental de la sintaxis de la vida en común que se refleja en la mesa y en los lenguajes que la rodean es otro de los temas que hemos tratado, así como la mancuerna constante que la música ha tenido con los placeres de la mesa
Finalmente, en los últimos dos capítulos de este texto, tratamos de anclar en el tiempo y en el espacio la construcción histórica de lo que ha terminado por ser la gastronomía mexicana que nos identifica con sus deliciosas posibilidades, fruto de la sabia mezcla entre lo propio y lo apropiado, en perfecto sincretismo armónico… esta fusión descubierta hace mucho como fuente de la mayor riqueza humana.
Los capítulos que conforman este escrito son fruto de lecturas, conversaciones y experiencias diversas; pretenden abrir caminos de acceso distintos e imaginativos bajo la forma del ensayo, un género plástico y libre, que admite la opinión, la reinterpretación y la creatividad.